Estoy despertando sin mucho amino, con algo de dolor en mis músculos por el ejercicio del día anterior, con un pequeño malestar en la cabeza debido a una noche pesada, llena de un infinito insomnio que ha sido el creador de unas encantadoras y seductoras ojeras. Desearía dormir un poco más, para ser sincera quisiera pasar todo el día en la cama, pero eso es imposible, la oficina necesita de mi presencia para poder completar las piezas del equipo laboral.

En esta mañana el sol se apiada de mi y decide arropar todo mi cuerpo con su armonioso y vibrante calor, lleno de energía y vitalidad que me invita a salir de mi cama, me invita sonreír mientras me ducho, a dar gracias por cada taza de té y cada alimento que llega a mi estomago, a observar como los árboles bailan con el viento mientras los pájaros cantan sobre ellos, pero sobre todo me invita a sentirme bien conmigo misma.

Quizás en varias oportunidades las cosas no salgan como yo espero, ni como las he planeado, pero no tengo porque caer en las redes de la depresión y la autodestrucción, porque soy un ser magnifico, tengo una linda familia  con desigualdades, es eso lo que nos hace ser especiales, tengo amigos que me quieren por lo que soy, tengo una buena cama donde dormir cada noche y un cuerpo sano que trato de cuidar cada día.

Los buenos y malos momentos siempre estarán en el camino de la vida, en ellos crecemos, soñamos y jugamos a ser gigantes inspiradores del futuro, frenarse por un mal momento es solo una excusa para matar los sueños y perder el foco de quienes somos.

Vivir… Vivir es la mayor experiencia que se puede tener cada día, en algunos días el sol nos arropara y en otros las nubes taparan el cielo, todo dependerá de la energía y del ánimo que tengas contigo mismo para simplemente vivir.