La Fe en Dios

13 de diciembre de 2014


La gran mayoría de las veces amanecemos bajo el afán de nuestros anhelos personales o sociales, eso nos llena un poco de tensión porque “Necesitamos cumplir con tal o cual cosa”  o aun peor “Necesitamos llenar a plenitud la expectativa de tal persona o grupo”. Sin darnos cuenta hemos perdido la verdadera esencia de vivir, ya no dejamos las cosas en manos de Dios, ni agradecemos a Dios por cada día que nos regala de vida, ya la vida dejo de ser un milagro para ser una agonía diaria de estándares sociales y emocionales que nos destruyen.

Imagina por un segundo despertar con gracia, sentir como cada musculo de tu cuerpo se estira poco a poco mientras el sol o el aire frío saludan a tu piel, ahora observas todo lo que te rodea, cierra los ojos con calma y llena cada rincón de tus pulmones, siente como se expanden, escucha el latido de tu corazón, ahora agradece a Dios por darte el regalo más hermoso, un día más de vida. ¿Te sientes feliz y lleno de paz?...

Todos tenemos “Problemas” aunque a mí me gusta darle el nombre de “Pruebas de vida”, no conozco a un ser humano que no esté pasando por un proceso, cada uno de distinta manera, pero algo que he notado en la gran mayoría, para no decir todos, es la falta de FE en Dios, ya ni respetamos a Dios, muchas personas al hablar maldicen abiertamente cualquier cosa o cualquier hecho, muchos se toman el atrevimiento de juzgar, otros de maltratar, otros de manipular, o algunos de simplemente no hacen nada. Si bien existe el libre albedrío yo pienso que Dios siempre pondrá en nuestro camino pequeñas señales y tropiezos para regresar a eso que él ha destinado para nosotros, como también nos hace trascurrir caminos para que aprendamos la lección, así como un padre enseña a su hijo. Si en Dios podemos encontrar paz y felicidad aun estando en la tormenta ¿Por qué no confiamos en él?.

Mi mamá me enseño que Dios todo lo puede, solo tenemos que tener Fe. Yo soy un milagro de vida, Dios ha obrado en mi muchas veces y nunca me ha dejado caer, aunque en varias oportunidades me he perdido de su camino por mi propio ego de tomar el control de mi vida. Sin embargo Dios siempre está ahí, me escucha, me guía y me cuida.

Yo crecí con la bendición de estar en una montaña donde me sentaba  bajo un árbol y admiraba toda la creación de Dios, cerraba los ojos y a medida que respirada profundamente daba gracias por toda la perfección que me rodeaba, aun de adulta lo hago, agradezco cada gota de lluvia que cae a la tierra, cada rayo de sol, cada flor, cada vaso de agua de consumo, cada alimento que entra a mi organismo, cada lagrima de tristeza y cada sonrisa de felicidad, eso me llena de paz y sobre todo dejo en las manos de Dios mis pruebas de vida y eso hace que todo sea mejor, porque sé que Dios tiene lo mejor para mí y confió en su tiempo que es perfecto.

No temas y abre tu corazón, que mejor milagro que tu propia vida, no pierdas tu energía vital en lo banal porque de eso no se alimenta el espíritu. Da gracias y pide a Dios en él encontraras paz y felicidad.

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